Angustia Fetal Ignorada: Cómo la Negligencia Médica Puede Afectar a Tu Bebé

Angustia Fetal Ignorada

Tiempo de lectura: 3 minutos
Revisado por Jack T. Cook, abogado en Morgan & Morgan, el 15 de agosto de 2025

Durante el trabajo de parto y el parto, una de las responsabilidades más importantes del equipo médico es monitorear al bebé para detectar cualquier señal de angustia. Estas señales, como patrones anormales en la frecuencia cardíaca, requieren intervención inmediata para evitar la falta de oxígeno y otras complicaciones graves*.

Cuando los doctores o enfermeros no reconocen o no responden a tiempo a la angustia fetal, las consecuencias pueden ser trágicas. Actuar con retraso puede causar lesiones permanentes al nacer, discapacidades a largo plazo o incluso la pérdida del recién nacido.

Si tu hijo o hija sufrió daños porque no se detectó o se ignoró la angustia fetal, podrías tener el derecho de tomar acción legal. Un reclamo por lesión de nacimiento puede ayudarte a buscar respuestas, justicia y compensación para tu familia.

¿Qué es la angustia fetal?

La angustia fetal se refiere a señales de que un bebé podría no estar recibiendo suficiente oxígeno antes o durante el parto. Es una alerta crítica de que algo no anda bien y, muchas veces, requiere atención médica inmediata para evitar daños permanentes.

Aunque puede presentarse durante el embarazo, la angustia fetal es especialmente peligrosa durante el trabajo de parto y el nacimiento. En esos momentos, los niveles de oxígeno del bebé pueden bajar rápidamente, lo que lo pone en riesgo de daño cerebral o incluso de muerte si no se actúa de inmediato.

Los profesionales de la salud están capacitados para detectar y responder a estas señales de advertencia. Con el monitoreo adecuado, deberían poder darse cuenta si el bebé está en peligro y tomar medidas rápidas para asegurar un parto seguro.

¿Cómo detectan los doctores la angustia fetal?

Durante el trabajo de parto, los doctores usan una combinación de herramientas y observaciones para monitorear el bienestar del bebé. Una de las más comunes es el monitoreo fetal electrónico, que sigue de manera continua la frecuencia cardíaca del bebé y cómo responde a las contracciones. Caídas repentinas o patrones inusuales pueden ser señales de falta de oxígeno, compresión del cordón umbilical u otros problemas graves.

Otras señales de advertencia pueden incluir:

  • Presencia de meconio (las primeras heces del bebé) en el líquido amniótico, lo cual puede indicar estrés fetal
  • Movimientos fetales lentos o irregulares
  • Patrones anormales en la frecuencia cardíaca del bebé, como desaceleraciones persistentes o ritmos demasiado altos o bajos
  • Hallazgos preocupantes en un ultrasonido
  • Una caída repentina en la presión arterial de la madre
  • Signos de infección o complicaciones con la placenta

Reconocer a tiempo estas señales es clave. Si los doctores o enfermeros no las notan o no actúan rápido, el bebé podría sufrir daños que se habrían podido evitar.

Cuando se pasan por alto las señales de advertencia

Si los doctores no reconocen la angustia fetal, incluso una pequeña demora puede tener consecuencias devastadoras. Un bebé que no recibe suficiente oxígeno —lo que se conoce como hipoxia— puede sufrir lesiones graves en el cerebro, el sistema nervioso o los órganos internos.

En muchos casos, la angustia fetal no tratada puede llevar a:

  • Parálisis cerebral
  • Lesión cerebral hipóxica
  • Leucomalacia periventricular
  • Trastornos convulsivos
  • Retrasos o dificultades cognitivas
  • Coeficiente intelectual bajo
  • Retrasos en el desarrollo
  • Pérdida de la audición o la vista
  • Muerte fetal

Estas consecuencias pueden ocurrir en cuestión de minutos, por eso es tan importante intervenir rápido. Aun así, el verdadero impacto de ese momento perdido muchas veces no se nota de inmediato. Hay padres que no se dan cuenta de que algo anda mal hasta que su hijo empieza a perder etapas del desarrollo o recibe diagnósticos preocupantes meses, o incluso años, después.

¿Cuándo se considera negligencia médica?

No todas las complicaciones durante el parto significan que hubo negligencia. Pero cuando los profesionales de la salud ignoran señales claras de advertencia o no actúan con la rapidez necesaria, eso sí puede considerarse negligencia médica.

Algunos ejemplos comunes de negligencia médica relacionada con la angustia fetal incluyen:

  • No monitorear de forma constante la frecuencia cardíaca del bebé
  • No responder a tiempo a anomalías en la frecuencia cardíaca fetal
  • Uso excesivo de medicamentos para inducir el parto, como Cytotec o Pitocin
  • Ignorar o malinterpretar lecturas anormales
  • No recomendar o no ordenar una cesárea cuando es necesaria
  • Retrasar una cesárea de emergencia
  • No actuar cuando disminuyen los movimientos del bebé
  • Pasar por alto señales de problemas con la placenta o infecciones en la madre
  • Uso incorrecto del vacío o fórceps durante el parto

En estos casos, cada segundo cuenta. Cuando los profesionales no responden como deberían, pueden, y deben, rendir cuentas.

Daños que podrías recuperar en un Reclamo por angustia fetal

Si tu hijo o hija resultó afectado porque un profesional de la salud no reconoció o no respondió a tiempo a la angustia fetal, podrías tener la posibilidad de presentar un reclamo por negligencia médica. Un caso exitoso puede ayudarte a cubrir tanto los efectos inmediatos como los de largo plazo que esa falla ha tenido en tu hijo, en tus finanzas y en tu bienestar emocional.

Los daños que podrías recuperar incluyen:

  • Gastos médicos, como cirugías, rehabilitación y cuidados de por vida
  • Costos de equipo asistencial o adaptaciones en el hogar
  • Dolor y sufrimiento
  • Pérdida del disfrute de la vida
  • Angustia emocional
  • Salarios futuros perdidos, si el niño no puede trabajar debido a una discapacidad

Si la tragedia resultó en la pérdida de tu bebé, tu abogado también podría ayudarte a buscar compensación por muerte injusta, lo cual puede incluir gastos funerarios y el impacto emocional de esa pérdida.

Cada caso es único, por lo que el valor exacto de tu reclamo dependerá de varios factores, como la gravedad de la lesión, el pronóstico a largo plazo y el impacto económico en tu familia.

Habla hoy con nuestros abogados de lesiones de nacimiento

Confiaste en tu equipo médico para proteger a tu bebé. Cuando fallaron, las consecuencias fueron devastadoras, y quien pagó el precio fue tu hijo. Ese tipo de negligencia merece rendir cuentas.

En Morgan & Morgan, nuestros abogados de lesiones de nacimiento entienden lo delicado y difícil que puede ser enfrentar una situación así. Si tu bebé sufrió daños porque los doctores no detectaron señales de angustia fetal, estamos aquí para ayudarte a buscar respuestas y la compensación que tu familia merece. Contáctanos hoy mismo para una evaluación de caso gratis. No tienes que enfrentar esto solo.

Hablamos tu idioma. 

*Enlaces disponibles en inglés.

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